En
1er lugar aclaro el significado de INERRANCIA.
Según el diccionario Encarta
es: Cualidad de
estar exento de error. En otras palabras, no se equivoca y no
tiene error.
Todo
asunto humano, por algún lado, tienen falla y error. Aún siendo la
“imagen y semejanza de…” Tenemos errores, y podemos llamarlos
“pecado” (a modo de echarle el muerto a otro) ¡La
responsabilidad es sólo nuestra? (¿De veras?).
Cito uno
de esos casos, escritos y evidentes, donde se nota una falla a eso de
la “inspiración” sagrada de la Biblia; aquella que hace dudar
(en algunos casos) si hubo una literalidad, un dictado divino y un
secretariado terreno que se tomó NOTAS Y APUNTES durante años y
siglos en ese trabajo de transcribir y manuscribir…
Si es
Inspirada por Dios, como dice ella misma en su evidencia
interna y como –al parecer- dijeron algunos apóstoles
(2Ti_3:16
Toda
Escritura
es inspirada por Dios
y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir
en justicia… )
Hay una
lectura, entre un par de otras, donde he hallado alguna discrepancia.
NO de fondo, sino de texto y como Dios es perfecto (y hasta creo que
puede equivocarse), a continuación cito (y, naturalmente, ESTE ERROR
ES HUMANO. No puede ser achacado a Dios. Ni para el peor de los
incrédulos: La Biblia es obra escrita de los hombres. La
Creación si es obra divina directa).
Entre los
evangelios leemos a Mateo, y dice: “Entonces
se cumplió lo anunciado por medio del profeta
Jeremías,
cuando dijo: Y TOMARON LAS
TREINTA PIEZAS DE PLATA,
EL PRECIO DE AQUEL CUYO PRECIO HABIA SIDO FIJADO por los hijos de
Israel”. Mateo_27:9
Lo
más cercano –que se parezca a ese trozo- es Zacarías
11:13
“Entonces el SEÑOR me dijo: Arrójalo al alfarero (ese
magnífico precio con que me valoraron). Tomé pues, las treinta
piezas
de plata y las arrojé al alfarero en la casa del SEÑOR”. (La cita
es relativa al profeta Zacarías).
Si
ese pequeño y breve error está allí, puedo pensar:
1) ¿Cuántos
más no habrá en la copia y reproducción de esos escritos?
2) Si
acepto el concepto de “inerrancia” bíblica, he aquí uno de los
errores que lo aprueban, pero NO LA DESVIRTÚAN (al menos como
concepto) y, algo menos le resta como Escritura sagrada, “inspirada”,
literalmente hablando.
3)
Si
no fue un error añadido sobre un trozo del escrito bíblico
original, hubo un trabajo de edición -POSTERIOR- al del escritor
inspirado ¿No pudo ser un comentario mal
asentado
por alguno de esos intérpretes o estudiosos bíblicos? ¡Seguro!
(pero no lo aceptaría para apuntalarme el concepto de la inerrancia
bíblica, y dejar sin cierta responsabilidad a lo que toca al
Supervisor Divino).
Me pregunto:
1) ¿Cómo
es que COMETIERON ESTE ERROR? (Citar al profeta
que no es ni era). Vino de
un buen intento para armonizar el A.T. con el Nuevo Testamento (como
quien usa una breve concordancia).
2) ¿Cómo
NO corrigieron este error los copistas? (ni los traductores
contemporáneos de esos días, ni las generaciones que vinieron).
¡Eso me inspira confianza! NO FUE UN ACTO DELIBERADO.
Obviamente,
(1)
si hubo un dictado textual –original- hubo una añadidura
(posterior) al proceso de transcripción inspirado y ORIGINAL.
(2)
Si Dios hubiera estado dictando textualmente al escritor original, le
habría NOTIFICADO (de inmediato) el error de adjudicar una cita
bíblica relativa a otro hombre y tiempo. (*) Hay una profecía que
tiene relación, pero no es necesariamente directa al Señor Jesús
y, si lo es, ¿Dios permitió el error o ERA DE LOS HOMBRES
ENMENDARLA?
Respuestas,
posibles:
1. ¿Altera
ese error humano la voluntad y plan de Dios para la humanidad y Su
reino venidero? ¡No!
2.
Si
es una añadidura a los escritos
originales
¿Cuántas añadiduras y modificaciones
ha permitido Dios a la Biblia? (Misma que suponemos Su palabra)
¿Sabrá Dios!
3.
Si
es un
error humano,
sea del: A)
Autor original B)
Del 1er copista original C)
De un comentario
añadido
posterior (para clarificarnos el cumplimiento de ciertas profecías
en la persona de Jesucristo) ¿Cuánto se altera la fe o el valor
intrínseco que tiene ese libro para el Judaísmo (Antiguo
Testamento) o la Cristiandad (Viejo y Nuevo Testamento) ?
Si
suponemos esa confusión de nombres como un
error meramente humano,
estamos
ante la falibilidad humana
y no ante la infalibilidad humana defendiendo la inerrancia divina.
Luego, la
Biblia,
como cualquier libro, probaría
ser falible
(igual que sus miembros y líderes) ¿No ha mantenido la iglesia su
hegemonía doctrinal a fuerza de represión, sometimiento
psicológico, con otro tipo de represalia moral o psíquica?
Sea
como sea, el hombre procura engrandecerse por encima del Creador y
por encima de las estructuras, sea por soberbia, egocentrismo, etc.
Si
ese solo error (hay más, por cierto) prueba que La
Escritura es humanamente falible,
que los dogmas humanos también lo son ¿Dónde queda la inerrancia
bíblica o de la Iglesia? (La iglesia, como vehículo social, se
supone intérprete de las verdades divinas) pero: “Rom_3:4
(…) Antes bien, sea hallado
Dios
veraz,
aunque todo hombre sea
hallado
mentiroso; como está escrito: PARA QUE SEAS JUSTIFICADO EN TUS
PALABRAS, Y VENZAS CUANDO SEAS JUZGADO.”
Es
de importancia reconocer que, aquello que Pablo llamaba “Escritura”
no se refería a La Biblia que tenemos, tal como la conocemos hoy. La Escritura,
en aquellos días, era lo que hoy llamamos “Antiguo Testamento”
(puesto que no todo estaba en la imprenta, no todo circulaba con la
libertad de nuestros días) ¡No había la gran difusión de escritos
evangélicos como la conocemos hoy! (El papel y ese trabajo –de
transcribir- era costoso).
Entonces,
para concluir, la inerrancia –en términos humanos- no existe. No
hubo un dictado textual del Nuevo Testamento
y, si lo hubo alguna vez (hablo del Nuevo Testamento solamente) quedó
en manos de los primeros doce apóstoles, quienes debieron
redactarlo, evitarlo y protegerlo.
¿Es
sostenible la inerrancia bíblica, como principio de ley?
No lo
creo, pero la fuerza gravitacional de ella no ha fallado en más de
4.000 años. Las lluvias de bendiciones no han cesado y Jesús mismo
plantea (y lo creo) que ni una sola letra será removida de la
ley (el Antiguo
Testamento), hasta que
todo sea cumplido (Mat
5:18).
Ciertamente, la tierra y el cielo existen en la forma que aún los
vemos. En atención a lo dicho por el Nuevo Testamento, la
Cristiandad cree que Jesús cumplió los requisitos de la ley y que
–por otro lado- nosotros humanamente, somos incapaces de cumplir lo
que Él ya hizo por toda la humanidad ( en ese sentido, “todo sí
se ha sido cumplido”; pero la tierra aún es y el cielo no ha
cambiado).
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