Comenzaré por algunos términos.
Sincretismo, del
griego, escribo la definición de “coalición
de dos adversarios contra un tercero”. Etimológicamente, de esa palabra, tenemos un grupo de acepciones que involucran a un: “Sistema filosófico que trata de conciliar doctrinas
diferentes.” Y en el lenguaje,
tenemos: “Expresión en una sola
forma de dos o más elementos lingüísticos diferentes.”
No soy académico ni filósofo, así que trataré
el asunto con la sencillez empírica de la experiencia y con el recurso que
pueda.
¡Bueno!
El sincretista es aquel que maneja ideas,
conceptos, según los entiende o les convenga.
Yo puedo decir: “amo a mis hijos”, pero nunca
se lo demuestro con hechos. Puedo decir: “amo a mi esposa”, pero con mis
pensamientos y actos confirmo que soy todo lo contrario a un esposo amoroso y
fiel.
En relación al sistema de creencias, la
cultura –cualquiera que sea- nos ha enseñado que mentir es malo, que no es
agradable ni provechoso; pero en la práctica, en algunas oficinas, las
secretarias tiene que decir mentiras “blancas”, pues, el jefe no recibe ciertas
llamadas telefónicas y le dice a la secretaria: “No estoy… Dile lo que se te
ocurra, pero no voy a contestar esa llamada” o, si alguien viene a la oficina:
“Dile que no estoy”.
La secretaria (mal pagada muchas veces) le
dice: “Disculpe señor X, me acaban de
informar que Z no está…” o “el Dr. A
no vendrá en todo el día. Ha tenido que salir a resolver cierto asunto personal
urgente y no vendrá hasta mañana” (y conste que ambas personas defienden la
teoría de es malo mentir: No me mientas que me duele) pero viven toda la semana en ese peo de
falsa excusas y docenas de mentiras. ¿No sincretizan el principio o “LEY” de NO
MENTIRÁS con la idea –antagónica- de “No me mientas, pero yo sí te miento”?
Hay cientos de casos y ejemplos de esto…
¡Revisémonos! Si queremos (en el aspecto moral o ético, de la razón o la
necesidad de una sola palabra o verdad).
En cuanto a otros sistemas de creencias,
tenemos el religioso, como tal, en
su diálogo doble.
La religión, también, es otro sistema
cultural moralizante, otro recurso con un sinnúmero de elementos
sincréticos y éticos.
“No
codiciarás” es un elemento moral, incluido en la doctrina de FE, como
elemento que se espera viva inserto en las normas de mutua convivencia que,
largamente, se han manejado en cualquier cultura para asegurar los nexos que la
cohesionan, fortalecen o mantienen. “No
matarás”, “No robarás”, “No cometerás adulterio”, etc. son principios sociales insertos en un
códice de leyes, pero elevados a la espiritualidad –no tanto por lo moral- sino por lo conveniente para una existencia
social sustentable (roto eso, se derrumban las estructuras sociales, tipo
Sodoma y Gomorra) (una realidad nada nueva).
Si Dios existe (o es) nada de lo que hagamos
lo afecta o quebranta Su naturaleza divina y espiritual, salvo lo que hagamos
en Su Creación y a los que estamos en el plan de ella. Si no producimos “leyes”
más altas que esta llana espiritualidad nominal, que se apliquen a otras
esferas del campo moral o espiritual de
toda la creación, seguiremos perturbándola, alterándola y afectándola, no
sólo en lo moral, sino en lo universal que rija la prosecución de la vida (y
ella no sólo es valiosa en los humanos, sino en todos los seres y sistemas que
formamos parte de la existencia, tal cual la conocemos).
Ese “no adulterarás” puede llevarse a todo
aspecto universal extendido del adulterio: No
adulteraré el código genético, no adulteraré mis relaciones o compromisos
sexuales y emocionales, no adulteraré el contenido de los productos que vendo o
compro para beneficio mis relaciones comerciales. “No robaré”, “No mentiré”
“No mataré”, etc. puedo espiritualizarlo en un nuevo concepto universal,
incluyente, que me sirva para no
robarle las oportunidades de
supervivencia a otros seres vivos, no mentirle a mis semejantes ni a mi
conciencia, y no permitir que nada ni nadie muera o perezca por mi conveniencia
o ejercicio arbitrario de la voluntad de mi libre albedrío.
En mis ideas sincretistas -no muy frecuentemente-
puedo pensar: “¡Dios me perdone! Pero ese presidente mediocre debería morir...
Ese (o aquella) ¡Que se mueran!”…
¿Son las leyes principios divinos aplicados en mi vida? ¿Es la moral parte de
mi código de comportamiento humano? Rompemos la “ley” porque hay transgresores
que causan nuestras reacciones o decepciones.
A simple vista, son conceptos humanos. Si hay
un elemento divino, un agente moralizador y aglutinante, Dios no se ha esmerado
en confirmarlo –pública y visiblemente- frente a toda la comunidad humana que
todavía no le reconoce o conoce.
Si pensamos que el cristianismo es la “gran
verdad”, nos decepcionaremos en conocer las cifras verdaderas de la cantidad de
personas que desertan esta forma de fe para entrar en otras relaciones morales,
sociales y tradicionales, por medio de algún otro aspecto religioso de la
sociedad.
Si hablamos de las desviaciones doctrinales originales
(cismas) conceptos introducidos POR EL HOMBRE (en lo que pudo ser el modelo
original) comprenderíamos el éxodo de feligreses que no se explica (ni
resuelve) en otras búsquedas, pero sí en la necesidad de respuestas: Nos
acercamos más a “la solución” que al DADOR de las soluciones.
Si hablo del Hinduismo, como la religión más antigua del planeta (incluso más
vieja que el judaísmo y el Budismo) puedo observar lo que han dicho otras
personas:
·
“El
hinduismo posee una extraordinaria capacidad para absorber e integrar elementos
foráneos”
Si una verdad es verdadera
-me parece- debería ser estática, poco variable; sin embargo, respecto a varias
otras religiones mundiales, incluso ideas nacidas del mismo Hinduismo (dentro del
Budismo), éstas tienen que ver con la
opinión que expresan en un panteísmo sincretista:
·
“Muchos hindúes veneran a Siva, Visnú y la
diosa Devi, pero también adoran a
centenares de deidades menores, propias de ciertos poblados o incluso
familiares. Hay prácticas que observan casi todos (los hindúes), como son el
reverenciar a los brahmanes y a las vacas, la prohibición de comer carne (en
especial la de vacuno) y el contraer matrimonio sólo con un miembro de la misma
casta (jati) con la esperanza
de tener un heredero varón. A pesar de que los hindúes tienen creencias y
prácticas que parecen contradictorias (no sólo con respecto al resto del mundo
sino también dentro de su misma religión y de su vivir cotidiano), cada
individuo percibe un modelo que ha de seguir y que confiere orden y sentido a
su vida. En el hinduismo no existe una jerarquía doctrinal ni eclesiástica,
pero la complicada estratificación social, inseparable de la religión, da a
cada persona la sensación de ocupar una posición dentro de este enorme grupo
humano.”
¿Dónde está la idea de un único y Supremos
Dios? ¿Explica y resuelve el monoteísmo la realidad vivencial humana?
¿Lo “Trinitario”, lo “Triuno” de la
cristiandad (católica) no es un panteísmo hibridizado?
¿Es superior el judaísmo (o el musulmanismo)
por el hecho de un solo Dios y un solo Mediador?
Adicionalmente, aunque haya o no, un solo
Dios y éste haya elegido a un solo mediador y salvador (Jesucristo) ¿Quién
explica la divinidad o la naturaleza de los otros seres que existen en medio de
nosotros y en el espacio exterior?
Lo importante no está en el sistema religioso que emplee para “entender”
la vida, sino como yo conviva en ella. Lo trascendente no es el sistema filosófico que emplee para “explicar”
la vida, sino cómo yo esté dispuesto a cambiar o adaptarme para que otros
tengan espacio en mi vida y yo en la de ellos.
Si alguien quiere abrir los ojos a la verdad
original, al libro que inspiró el judaísmo (y posteriormente al cristianismo)
ha de mirar a la Torá y al equivalente Bíblico. Si algo parece ser cierto, lo
que mayormente los contrapone está en:
1.
La
aceptación del Mesías, que los judíos no aceptan en Jesucristo.
2.
La
tradición del cumplimiento de los rituales ordenados en la ley, que Moisés
escribió para los primeros judíos, al salir de Egipto.
3.
La
discrepancia con el día de REPOSO (la cristiandad eligió el DOMINGO y los judíos
siguen sus Sábados).
4.
La
controversia de la tradición por encima de la Torá (tradición rabínica) versus
los escritos cristianos, que se suponen escritos (o inspirados) por
contemporáneos del Señor Jesucristo.
¿Qué obligó la sistematización del sincretismo
cristiano?
1.
Por un
lado, el Imperio Romano tenía que uniformar una estructura supraestatal. Roma,
en sí, era más pagana y corrupta que muchos pueblos que había conquistado e
invadido, pero tenía que valerse de la fuerza, el poder de la espada, y las
astucias de otros medios que produjesen sometimiento: La Fe.
La fe, por equivocada e injusta que sea,
produce una uniformidad de patrones y un sometimiento que la fuerza bruta no
siempre logra.
Roma adoraba al sol, al domingo (SUNday), al
emperador… y el catolicismo integró el día domingo al calendario religioso que,
los judíos creyentes no habían abandonado en guardar, hasta que Roma mutiló la
verdad y la sustituyó por otras…
2.
Por
otro lado, el resto del mundo (que no era Roma ni Italia) tenía su mezcla de
creencias y religiones. Para estandarizar el control de mental de los súbditos,
Roma y su imperio tenían que idear algo más sutil que operase sobre las
provincias violentas, que las domesticase, y Palestina (Israel) era una
provincia con mucha volatilidad, incuso en asuntos de fe; de modo que usar la
religión, modificando la existente, ya era tremenda estrategia para lograr la
sumisión que las armas no había colmado ni consolidado (para cobro de impuestos
y economía de extracción).
Si alguno compara la historia (los concilios)
y todo lo que se fue agregando, termina por comprender: “¡Algo está mal!” ¿Qué pasó que se introdujeron tantos cambios?
Supongamos que la ley es un estorbo y la gracia otra desgracia ¿No pagamos o
padeceos ciertas incomodidades para convivir en medio de quienes no son cristianos?
¿No es difícil convivir en un país -un mundo- que no tiene la moralidad
cristiana por ley social o espiritual? ¿Es menos humano y respetuoso de la vida
el Hinduismo? ¿Qué tan terrorista puede resultar el Budismo? Hay sistemas
religiosos (o filosóficos) que hacen que el planeta siga siendo habitable, para
todos.
Cierta vez conocí a un espiritista. La bondad
que le vi, rápidamente, la comprendí cuando supe qué deseaba y qué quería (él
era homosexual) y, en relación al Animismo o al legado de Joaquín Trincado: ¿Hay
una “ley” moral, en su religión, que le impida una inclinación o preferencia
sexual? Hay tantas fábulas, dispersas por el mundo, que muchas son usadas o
aplicadas para “justificar” la conveniencia de cada uno de nosotros y, a nivel
de animales, ¿quién le dice a un perro: No
hagas coyuntas con otro perro? La naturaleza animal, por sí sóla, no emplea
la razón, sino los impulsos del deseo.
En el santerismo –lo ví ayer en cierta tienda
de Sabana Grande (Ccs)- se combinan elementos de distintas creencias (elementos
idolátricos y hasta fetichistas) y, al efecto, es un panteísmo disfrazado de
monoteísmo étnico. ¿Cuántas deidades tienen ellos? En su culto ¿Qué elementos
mezclan? No sólo hay una parte “mística” que tenga que ver con el chamanismo,
sino elementos mágicos, sensuales, eróticos, etc. y esos que ellos dicen (y
emplean) están ligados a la identidad afroamericana. Si soy negro ¿Debo
identificarme con los sonidos de la religión de “mi” color? ¡No creo que la fe
tenga un color, pero sí se la puede manipular en un buen rango de tintes y
sonidos (y eso fue lo que hizo Roma para mantener la supremacía imperial:
Política y económica, varios siglos, en Europa).
En la época de la colonización de América, el
catolicismo tuvo su rol conquistador y subyugador de culturas y pueblos: ¿Dónde
está ese infierno? En éste sistema, tal como pasa en casi toda religión, se
agregaron “valores” traídos de Europa y se juntaron con los supuestos “propios”
de los indígenas americanos.
Según Encarta 2009, “En Bolivia se celebran festivales en honor a la Virgen María en casi todas las ciudades y pueblos de la
República. La religión católica es practicada por la mayoría de los bolivianos,
aunque existe el sincretismo religioso, es decir, la conciliación y fusión de diferentes creencias, como las de las
civilizaciones precolombinas y la que impusieron los españoles después de la
conquista de América.”
Tal como puede apreciarse, para
alguien que no haya leído -o entendido- la Biblia o la Torá, el tal nunca se
enterará de que judíos (y cristianos) tenían mandato de no tatuarse, que tenían
advertencias para no consultar brujos ni agoreros y, en relación a la magia de
los caldeos-babilonios, en el primer siglo de la cristiandad se les advertía
contra los horóscopos y a evitar la religión de los astrólogos (pero el
sincretismo católico permite toda esa gama de modalidades) prácticas que el
cristianismo original no seguía (de allí que el estado romano,
sistemáticamente, comenzó a usar la fuerza de la religión como aliada del poder
de la espada) (El judaísmo, puro, le era adverso).
Alguien que no haya leído
la Antigua Ley, el Antiguo Pacto, ni
se enterará que hubo profetas y mandatos de Dios para que la gente dejara de
consultar espíritus o cartas astrales… ¿Por qué ese peo?
El monoteísmo original de
los judíos era dirigido a Dios, solamente. Esa atención comenzó a desenfocarse
hacia los hombres (los profetas, los canales que usó para hablar a la humanidad),
al punto que, con el tiempo, decían “La ley de Moisés”... Así que, en la
sucesión de “maestros”, incluso profetas menores, la autoridad se desvió del Dador
de la Ley hacia los canales. Me pregunto, pensando como cristiano, ¿Es más
importante un dicho de Pablo Saulo o de San Pedro? ¿En quién reposa la
autoridad que el creyente respeta? ¿En la autoridad que pongo en Dios, a lo que
me sujeto a los dichos de Jesucristo o la moralidad “espiritual” del pastor?
¡No sé! Pero el sincretismo
de ideas antagónicas no comulgará conmigo. Tengo la sensación de que muchas
ideas me son ajenas, incompatibles; pero yo puedo hacer mucho para que la vida
siga, pese a lo poco que puedo hacer para que -en mí- se sostenga.
A.Toro
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