Sunday, October 18, 2015

RECONCILIACIONES.


Por A.Toro

¿Volverías con alguien quien te fue infiel sin que se re-formulen compromisos?
¿Volverías a estrecharle, a amarle con nuevos votos de amor, sin corregir errores, sin esas disculpas debidas?

 No sé qué haya sido tu vida pero, en cuanto a reconciliaciones se trata, cada persona las conoce desde niños. Si nunca tuviste esa experiencia, de algún modo, te informaste de otras bocas (por otras situaciones). 

Si nunca te peleaste con tus amig@s, quizá supiste de personas que se dejaron, que se abandonaron e, incluso, se hirieron mucho.

Ignoro si padeciste un divorcio, o el término abrupto de alguna relación pero, ¿volverías simplemente perdonando (pero "olvidando" las causas originadoras del quebrantamiento y el abismo del hueco en la distancia)?

El movimiento ecuménico es la re-unificación de "la iglesia" con la dirigencia Católica Romana.
Es una reconciliación donde -el que vuelve- es quien termina anexándose sin pedir nada a cambio, excepto ser acepto y ser recibido... (¿Con el anillo del hijo pródigo?).

 Una reconciliación -a mi entender- amerita reconsiderar qué nos alejo, en lugar de añorar cosas que nos unirían. 

En una relación humana, volver entrañaría una revisión honesta de las cosas que dieron un fallo reprobable, una falta insostenible, para que -mutuamente- se construya una enmienda amurallada que nos proteja, en una unifidad que no vuelva a descoyuntarse. 

 Volver a empezar significa tomarse de las manos, admitiendo cualquier diferencia que haya creado crisis y, con motivo a la sucesión de ellas, resolvimos en rupturas.

 En la reconciliación ecuménica, la Iglesia Católica Romana es quien recibe (y hospeda) a los que se marcharon, y ella no se muestra como la organización quien da un paso adelante admitiendo: «Me equivoqué con la Inquisición», «Juzgué mal al considerar a los papas infalibles», «Mentí al decir que Pedro fue enterrado en Roma, y todo lo que promoví fue para consolidar mi imperio y mi control religioso mundial».



 Yo no volvería con una mujer que adora ídolos. Yo no tendría cópula con una extraña que invoque espíritus ajenos. Yo no dormiría con alguien quien haga culto a sus imágenes, ni me postraría en un lecho marital sin la debida exclusividad sexual que sólo quien ame da.

He oído, no lo sé, que Coptos y los Episcopales han «vuelto»... ¿No estuvieron en el mismo lugar hace siglos?

 Cada vez que me llamen sectario, puedo recordar que -Jesús mismo- fue visto de esa forma por los judíos divididos en Fariseos y Saduceos. 

Dicho en pocas palabras, sin abusar de la retórica: Los que vuelvan (si es que vuelven) se someten a lo Católico (y no a sus propias convicciones religiosas o vivencias espirituales). Si estos seres se reúnen -ecuménicamente- con la iglesia Católica por "ser la iglesia madre", lo consideraré el destino de su convicción de fe voluntaria. 

Similarmente -y como contra parte- ell@s deberían respetar la decisión voluntaria de quienes se alejen de Catolicismo y del imperio de su «religión» mundial pero; aunque el mismo judaísmo se integrase a la CRISTIANDAD (y se con-fundiese) dentro del sincretismo idolátrico de Roma, yo conservaré mi lugar: Las Iglesias ni sus credos salvan.

A.T.

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